
Ciática: Cómo tratar y evitar este problema
Es muy posible que alguna vez hayáis sufrido un dolor que va de la parte baja de la espalda a la pierna. Esto puede ser ciática.
Desde Vital Seguro os contamos qué es la ciática, por qué se produce, qué síntomas genera, su diagnóstico, tratamiento y prevención.
¿Qué es la ciática y cuáles son sus causas?
La ciática hace referencia al dolor que aparece a lo largo del transcurso del nervio ciático. Este nervio, el más largo del cuerpo, ramifica en la parte baja de la espalda y pasa por la cadera, los glúteos y las piernas.
Suele darse de forma unilateral por un pinzamiento de este nervio. Algunas causas son las hernias de disco, los espolones óseos, y enfermedades como la diabetes o la mielitis transversa.
Algunos factores de riesgo para su aparición son:
-Presentar degeneración de la columna vertebral debido a la edad avanzada.
-Sufrir obesidad, que genera sobrecarga en la columna.
-Realizar una profesión en la que se lleven a cabo cargas de peso o de posición.
-Sedentarismo.
-Diabetes.
Síntomas y efectos de la ciática
El síntoma más característico e identificable de la ciática es el dolor irradiado desde la zona lumbar hacia la pierna. Puede ser de intensidad variable y empeorar cuando se tose, estornuda o se pasa largo tiempo sentado.
También es posible que se presente entumecimiento, hormigueo o debilidad muscular.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico de la ciática se efectúa valorando la sintomatología referida y llevando a cabo una exploración física, con control de reflejos y de fuerza muscular. El médico puede solicitar al paciente que haga ciertos movimientos para comprobar si existe dolor.
Las pruebas de diagnóstico por imagen se solicitan en casos en que el dolor sea muy intenso o no mejore en varias semanas.
En lo referente al tratamiento, este dependerá de la intensidad y duración del dolor. Algunas terapias son las siguientes:
-Farmacológica: Se recetan medicamentos analgésicos, antiinflamatorios o relajantes musculares.
-Fisioterapia: Se llevan a cabo ejercicios de mejora postural, de fortalecimiento de los músculos y de flexibilidad.
-Inyecciones de corticoesteroides.
-Cirugía si se dan complicaciones (como problemas digestivos o de vejiga).
¿Cómo se puede prevenir?
La ciática no siempre es prevenible, sin embargo, existen algunos buenos hábitos que podemos llevar a cabo para reducir el riesgo de padecerla, tales como:
-Hacer ejercicio físico moderado y regular. Es importante sobre todo realizar actividades que refuercen la musculatura abdominal y la de la parte inferior de la espalda (lumbar).
-Mantener una buena postura al estar de pie o sentados durante largos períodos. Es fundamental escoger una silla con un buen soporte lumbar y que cuide la curva natural de la columna.
-Tener cuidado con la mecánica corporal, por ejemplo, no flexionando la columna, sino las rodillas, al levantar pesos.
-Seguir unos buenos hábitos de sueño y alimentación. En este sentido, es beneficioso consumir alimentos que aporten nutrientes que cuiden del sistema nervioso, como el chocolate, los frutos secos o el plátano.
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